Hace unos días recibo un email de Vueling
comunicándome que mis vuelos de Semana Santa a Barcelona están cancelados por
la crisis del coronavirus. En ese email me ofrecen dos alternativas: cambiar mi
vuelo para uno anterior o uno posterior hasta 60 días abonando la diferencia si
es más caro (si es más barato no devuelven nada, faltaría más), o bien el
reembolso. No tengo dudas, ya en la página web de Vueling le doy a la opción de
“Reembolso”. Voy aceptando varias páginas para hacer ese trámite. Debo decir
que en todo momento sólo se menciona la palabra reembolso, sin ninguna información adicional, por lo que cualquier
observador imparcial, creo, tenderá a dar por sentado que te van a devolver el
dinero. El trámite es muy sencillo, realizado con éxito –me dice la web- y
añade que recibiré un email de confirmación.
A continuación recibo un email en el que dice
textualmente: “Si su solicitud es de reembolso, recibirá un correo
electrónico en los próximos 10 días con un bono por el importe total de su
reserva para usar en su próximo viaje. El cupón es válido para todas las
compras a través de la página web de Vueling hasta el 31 de diciembre de 2020.”
¡Eh! ¿un bono? ¿que
además caduca este mismo año? Que hijos de puta, pienso. Sinvergüenzas,
estafadores, y otras lindezas que prefiero no reproducir aquí. El mismo email
me ofrece la oportunidad de responder: “Por
favor, utilice esta referencia para futuras consultas sobre este caso, o
responda a este mismo correo electrónico.”
Respondo al correo
exigiendo la pasta, la guita, la plata, el parné, el dinerito contante y
sonante. No lo digo con estas palabras, por supuesto, pero se me entiende todo.
Inmediatamente recibo
un email que no dice nada sustantivo, que no aclara, donde se dice que puedo
gestionar mi reserva en la página web (lo intento pero no hay posibilidad de
solicitar el dinero).
Yo, incombustible,
insisto con otro correo. Automáticamente recibo otro email donde me dice
literalmente: Tras haber dado
resolución a su reclamación en nuestro anterior escrito, hemos vuelto a revisar
el caso que nos ocupa, comprobando nuevamente que nuestra compañía actuó en
todo momento conforme a nuestras Condiciones de Transporte y a la Normativa
Europea vigente de Navegación Aérea.
¡¿Que han vuelto a
revisar el caso?! ¡Pero si no ha dado tiempo, mamones! Si me habéis respondido ipso facto.
El mecanismo está
claro. Es obvio que ningún ser humano lee los emails de reclamación, no he
conocido a nadie que lea tan rápido. El programa está configurado para
responder automáticamente con mensajes vagos, genéricos, y siempre denegatorios. Ni siquiera disimulan
dejando pasar unas horas.
Estoy convencido que
si les escribiera un email con cualquier escrito, por ejemplo, “En un lugar de
la Mancha de cuyo nombre…”, la respuesta sería la misma. Y si les escribiera un
texto del siguiente tenor: “Yo, (mi nombre), en pleno uso de mis facultades
mentales deseo legar todos mis bienes a la compañía VUELING AIRLINES,…” también
en ese caso responderían: “Una vez más,
lamentamos no poder proceder a su petición en los términos que usted nos
solicita. Por ello, procederemos a cerrar el caso dando por finalizada la
tramitación del mismo.”
En fin, esto es lo
que hay.
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