miércoles, 23 de julio de 2014

¿La ideología política se hereda genéticamente?


Según distintos estudios científicos nuestra ideología política vendría condicionada en parte por nuestra información genética.

El dilema entre herencia y ambiente ha sido recurrente entre los psicólogos. Desde posiciones genetistas, que inciden en el papel de la genética en rasgos del carácter y de la conducta, hasta posiciones ambientalistas que consideran que el ambiente determina los aspectos de la personalidad. La mayoría de psicólogos prefieren hablar de la influencia e interacción de ambas variables.

En todo caso, el peso de una y otra también ha sido objeto de estudio, y algunos científicos se atreven incluso a establecer porcentajes.

En un primero momento, la noticia sobre estos estudios me sorprendió. El titular del periódico, como no podía ser de otra manera, era de lo más sensacionalista y decía algo así como: “Ser de derechas o de izquierdas viene determinado en parte desde el nacimiento”.

Dicho así, en esos términos, me parece una estupidez, pero si ahondamos empiezo a considerar aspectos que pueden encerrar parte de verdad.

Si admitimos que algunos rasgos de la personalidad se heredan genéticamente, podemos aceptar que algunos de esos rasgos, de alguna manera, pueden relacionarse con una determinada ideología política.
Por ejemplo: la percepción que tenemos los humanos de la justicia. En todos los humanos se da esa percepción, pero pienso que en algunos es mucho más latente que en otros. A algunos nos enervan las injusticias sociales; otros, sin embargo, parecen vivirlas con cierta displicencia.
Las actitudes individualistas o cooperativistas, la agresividad, el espíritu de rebeldía o la docilidad y otros podrían también acabar definiendo nuestra ideología política.

Algunos alegarán, no sin razón, que esos rasgos del carácter también pueden haber llegado a través del ambiente. Es posible, y en muchos casos así será.

Tal vez la cuestión no sea tanto saber si desde el nacimiento somos de “izquierdas” o “ de derechas”, como decía el titular periodístico, sino de qué manera a lo largo de la vida es posible conformar el pensamiento.

Y aquí podríamos entrar en otro terreno: ¿a quiénes les puede interesar modular el pensamiento?

Para acabar vuelvo a la pregunta que encabezaba este post: ¿la ideología se hereda genéticamente? Pues no sabría qué responder, pero es probable que los nietos de Emilio Botín no hereden solamente su ingente botín sino también toda su ideología política.  A través de los genes o a través de los despachos. Esa es otra cuestión.