Según distintos estudios
científicos nuestra ideología política vendría condicionada en parte por nuestra
información genética.
El dilema entre herencia y
ambiente ha sido recurrente entre los psicólogos. Desde posiciones genetistas, que inciden en el papel de
la genética en rasgos del carácter y de la conducta, hasta posiciones ambientalistas que consideran que el
ambiente determina los aspectos de la personalidad. La mayoría de psicólogos
prefieren hablar de la influencia e interacción de ambas variables.
En todo caso, el peso de una y otra también ha sido objeto de estudio, y algunos científicos se atreven incluso
a establecer porcentajes.
En un primero momento, la noticia
sobre estos estudios me sorprendió. El titular del periódico, como no podía ser
de otra manera, era de lo más sensacionalista y decía algo así como: “Ser de
derechas o de izquierdas viene determinado en parte desde el nacimiento”.
Dicho así, en esos términos, me
parece una estupidez, pero si ahondamos empiezo a considerar aspectos que
pueden encerrar parte de verdad.
Si admitimos que algunos rasgos
de la personalidad se heredan genéticamente, podemos aceptar que algunos de
esos rasgos, de alguna manera, pueden relacionarse con una determinada
ideología política.
Por ejemplo: la percepción que
tenemos los humanos de la justicia. En todos los humanos se da esa percepción,
pero pienso que en algunos es mucho más latente que en otros. A algunos nos
enervan las injusticias sociales; otros, sin embargo, parecen vivirlas con
cierta displicencia.
Las actitudes individualistas o cooperativistas,
la agresividad, el espíritu de rebeldía o la docilidad y otros podrían también
acabar definiendo nuestra ideología política.
Algunos alegarán, no sin razón,
que esos rasgos del carácter también pueden haber llegado a través del
ambiente. Es posible, y en muchos casos así será.
Tal vez la cuestión no sea tanto
saber si desde el nacimiento somos de “izquierdas” o “ de derechas”, como decía
el titular periodístico, sino de qué manera a lo largo de la vida es posible
conformar el pensamiento.
Y aquí podríamos entrar en otro
terreno: ¿a quiénes les puede interesar modular el pensamiento?
Para acabar vuelvo a la pregunta
que encabezaba este post: ¿la
ideología se hereda genéticamente? Pues no sabría qué responder, pero es
probable que los nietos de Emilio Botín no hereden solamente su ingente botín
sino también toda su ideología política. A través de los genes o a través de los
despachos. Esa es otra cuestión.
me hice exactamente la misma pregunta, porque hay gente que no le interesa la injusticia social a la que estamos sometidos y solo se adaptan a ella y yo en cambio me desespero. Salgo y me manifiesto y los demás dicen que para que pierdo el tiempo. Mi bisabuelo y mi papa también se manifestaban en contra de las injusticias. La pregunta es ¿soy así por genética o por el ambiente social? Buen articulo por que siento que no soy al único.
ResponderEliminarme hice exactamente la misma pregunta, porque hay gente que no le interesa la injusticia social a la que estamos sometidos y solo se adaptan a ella y yo en cambio me desespero. Salgo y me manifiesto y los demás dicen que para que pierdo el tiempo. Mi bisabuelo y mi papa también se manifestaban en contra de las injusticias. La pregunta es ¿soy así por genética o por el ambiente social? Buen articulo por que siento que no soy al único.
ResponderEliminarMarx, Engels y Lenin eran burgueses...
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