viernes, 26 de abril de 2013

Décimo aniversario

Hace hoy justamente diez años que firmé un contrato amparado por el Código Civil y por las buenas costumbres. Ese contrato lleva el nombre de matrimonio.

A mí nunca me gustaron los contratos. No digo que no sean necesarios para vivir en sociedad, pero siempre me asustó el compromiso, y los de este tipo más, si cabe.

Pero aunque las leyes del consumidor de matrimonios me amparan si en cualquier momento decido rescindir el contrato, tengo que decir que este ha sido el mejor contrato que he firmado y firmaré jamás.

Disfruto de una inigualable tarifa plana de cariño, afecto, comprensión, humor, y sexo, esto último según disponibilidad.

Canta Carlos Gardel que veinte años no es nada. Pues diez años es la mitad de nada, o sea nada….
Esto del tiempo es tan relativo. Que hoy se cumplan diez años no es más que una casualidad. Las efemérides son efímeras por definición, solo duran un día. Pero los diez años no me los quita nadie, y espero seguir disfrutando de más efemérides, de más cumpleaños, de más incumpleaños, de más días soleados, de otros que serán lluviosos, sin duda, pero siempre junto a mi compañera, mi novia, mi esposa, mi amiga, mi vida.

Gracias, querida