Observo en Internet una campaña
de apoyo al conocido comunicador José Miguel Monzón Navarro, conocido
como “El Gran Wyoming” a raíz de una supuesta maniobra del Partido Popular para “cargárselo”, como ya hiciera con el programa
“Caiga quien caiga”.
De entrada, si es cierta esa
maniobra de los populares sería
ciertamente denunciable. No debe admitirse en democracia que ningún periodista
pueda ser censurado, vetado o eliminado.
Ninguno.
Pero mi post de hoy va por otra vereda.
Las razones que suelen esgrimir
quienes apoyan al Gran Wyoming se
basan en aspectos como su valentía, su crítica constante, su agudeza, su papel
como azote de los poderosos, etc. Me parece que para muchas personas de este
país Wyoming se ha convertido en
estandarte de la izquierda. ¡Qué lástima!
No sigo habitualmente “El
Intermedio”, pero he visto suficientes programas como para haberme forjado una
opinión.
Admito que tiene aspectos
positivos: El humor como hilo conductor; una muy buena utilización de la
hemeroteca para evidenciar las contradicciones en que muchas veces incurren los
políticos en sus declaraciones, y en sus acciones; las incisivas entrevistas de Gonzo; la
aportación de evidencias que desnudan algunas mentiras, etc.
Pero, en mi opinión, el Gran Wyoming dista mucha de ser lo que
sus seguidores creen.
He aquí algunas de mis críticas:
A mí me gustaría que todo ese
dechado de virtudes que despliega cuando critica al Partido Popular lo mostrase
también para con el PSOE, tanto cuando gobierna como cuando oposita (cuando
está en la oposición también existe, aunque ni se le vea, ni se le espere).
El programa de Wyoming, siguiendo la tendencia de los Mass Media de este país, ha contribuido denodadamente
a fomentar el tan pernicioso bipartidismo. En el programa de La Sexta uno tiene la sensación
de que solo existen PP y PSOE. Recuerdo, a modo de ejemplo, una entrevista que
le hizo Tahis Villas a creo recordar la actriz Lola Herrera en vísperas de unas
elecciones generales. La reportera, con su habitual desparpajo, le preguntó a
bocajarro a la invitada: “¿A quién vas a votar, al PP o al PSOE?”. La actriz,
mostró ser rápida de reflejos y respondió sin dilación y con firmeza (y enfado):
“¿Por qué voy a tener que votar al PP o al PSOE?, a lo mejor voto a otro…”
Tampoco puedo olvidar la mofa que
en distintos programas ha mostrado Wyoming
y sus colaboradores necesarios para
referirse a Hugo Chávez y a Venezuela. El tono jocoso utilizado habría despertado
la envidia de “El Mundo”, “La
Razón ” o “Intereconomía”, por citar solo algunos.
Sus críticas se dan siempre
dentro del sistema, de las “las reglas del juego”, seguramente porque él está
cómodo dentro de este sistema.
Cuando las reglas del juego son
manifiestamente injustas, es preciso ampliar el prisma, y empezar a
cuestionárselo todo, absolutamente todo, no dar nada por sentado…
Por estas razones, entre otras, a
mí no me vale. Y si los referentes periodísticos de la izquierda de este país
pasan por personajes como El Gran Wyoming,
Àngels Barceló o Iñaki Gabilondo, que
Marx nos pille confesados.
YO COMO SIGO AL INTERECONOMIA Y LA DE LOS OBISPOS NO TENGO OPINION DE WAYOMIN ESE,, LA DERECHA NO CRITICA AL PSOE , SOLO A LOS SINDICATOS Y A LA GENTE DE LA CALLE,
ResponderEliminarQuerrás decir que como sigues Intereconomía y la de los Obispos, no tienes opinión, a secas, porque no eres capaz ni de pensar tú solito...qué pena!
ResponderEliminar"No debe admitirse en democracia que ningún periodista pueda ser censurado, vetado o eliminado"
ResponderEliminar¿Y eso por qué? ¿Los periodistas, o en el caso del Gran Way, tienen un poder ilimitado? La libertad de expresión como cualquier libertad tiene sus límites y acaba donde comienza el respeto a los demás, la ética profesional, el ajuste a la veracidad, etc.
La frase hay que entenderla en el contexto del artículo, no aislada. Yo no me refiero a faltas de respeto, ética profesional o ajuste a la veracidad. Me refiero a ser censurado, vetado o eliminado por cuestiones ideológicas o políticas.
ResponderEliminarPor otro lado, imagino que coincidirás conmigo, en todos los medios de comunicación abunda la falta de respeto, la falta de ética y el ajuste a la verdad...y ahí están...