sábado, 25 de mayo de 2013

La otra historia de los Estados Unidos

Con un título tan sugerente (en inglés se llamó “A People´s History of the United States: from 1492 to present) el historiador Howard Zinn nos ofrece una perspectiva muy diferente a la que estamos acostumbrados sobre la historia de ese país.
Como dice el propio autor estamos habituados a una historia que explica el pasado desde el punto de vista de los gobernadores, los conquistadores, los diplomáticos y los líderes. Es como si ellos –los Padres Fundadores, Jackson, Lincoln, Wilson, Roosevelt, Kennedy, los principales miembros del Congreso, los famosos jueces del Tribunal Supremo– representaran a toda la nación. La pretensión es que realmente existe una cosa que se llama “Estados Unidos”, que es presa a veces de conflictos y discusiones, pero que fundamentalmente es una comunidad de intereses compartidos. Es como si realmente hubiera un “interés nacional” representado por la Constitución, la expansión territorial, el desarrollo del capitalismo, la cultura de la educación y los medios de comunicación.
Este libro –sigue Zinn- contemplará con escepticismo a los gobiernos y sus intentos, a través de la política y la cultura, de engatusar a la gente ordinaria en la inmensa telaraña nacional, con el camelo del “interés común”.

Aportando multitud de datos y reflexiones Howard Zinn nos ofrece, por ejemplo, una imagen muy distinta a la tradicional y positiva de Andrew Jackson, héroe de guerra que llegaría a ser presidente de los Estados Unidos. Jackson era en realidad un especulador inmobiliario, comerciante, negrero y el más agresivo enemigo de los indios de la primitiva historia americana.
Jefferson que decía no ver con buenos ojos la esclavitud murió poseyendo cientos de esclavos. Abraham Lincoln tampoco era propiamente anti-esclavista sino más bien un político calculador que supo bascular hacía las posiciones que demandaban sus votantes.
La Constitución americana que aparece en el imaginario popular como un modelo de valores de igualdad y libertad fue elaborada por, en su mayoría, abogados que representaban los intereses de distintos grupos poderosos:  los fabricantes que querían tarifas protectoras; los prestamistas; los especuladores inmobiliarios que querían protección para invadir territorios indios; los propietarios de esclavos que necesitaban seguridad federal contra las revueltas de esclavos y los fugitivos, y los obligacionistas que querían un gobierno capaz de recaudar dinero en base a un sistema impositivo nacional, para así cobrar los bonos.

Howard Zinn en este interesante ensayo da voz a los indios, a las mujeres, a los esclavos negros (la mujer esclava negra, doble discriminación), a los blancos pobres, a los obreros, a los hispanos, etc.

Los olvidados de la historia aparecen aquí como protagonistas, con sus sufrimientos, sus muertes, sus luchas, sus huelgas, etc.  En definitiva, esas historias que la historia oficial trata sistemáticamente de ocultar o manipular.

Un libro excelente.

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